Colombia necesita empresas comprometidas con la construcción de una cultura de legalidad

El compromiso de las empresas que compartimos el territorio debe ir más allá de la responsabilidad social y ambiental. El contexto colombiano y de los países de la región demanda compañías que trabajen de la mano en la construcción de una cultura de legalidad y la promoción de prácticas éticas y transparentes en cada uno de los procesos.

Históricamente, las organizaciones que desarrollamos nuestra actividad a lo largo de la cadena de suministro de metales preciosos hemos implementado un gran número de controles adicionales que ayudan a garantizar la trazabilidad y seguridad en la operación. Para compartir estas acciones, resulta fundamental abrir espacios en los que desde el sector minero se expongan las prácticas que nos han permitido construir sistemas de relacionamiento en privilegiamos el cumplimiento de la ley, la transparencia y la confianza.

Desde la Comercializadora Internacional Eslop generamos permanentemente soluciones innovadoras para garantizar el cumplimiento de la normativa en el desarrollo de nuestra actividad y promover la ética en nuestras relaciones. La premisa: acatamiento estricto de la ley y tolerancia cero frente a la ilegalidad.

Para esto, creamos mecanismos de control de proveedores y material apalancados, por ejemplo, en herramientas tecnológicas. Desde sistemas de reconocimiento biométrico para proveedores, georreferenciación de material, análisis en laboratorios certificados con espectrómetro y aplicaciones para la conectividad de las áreas involucradas en los procesos, hasta robustos sistemas de comunicación y análisis de información actualizados en tiempo real.

Además, aplicamos otras estrategias de control y seguimiento para garantizar la transparencia en las relaciones con los grupos de interés. En Eslop, todos los procesos son vigilados y auditados permanentemente por firmas asesoras externas de origen nacional e internacional. Nuestros procesos claves son intervenidos hasta por las 5 firmas en conjunto, en diferentes momentos y con diferentes herramientas.

Sin embargo, entendiendo las necesidades del sector y el país, llevamos nuestro compromiso más allá. Por eso desarrollamos iniciativas tendientes a consolidar una cultura de legalidad en las zonas de operación. Una de las estrategias claves ha sido trabajar en la facilitación del acceso de los pequeños mineros al sistema financiero, situación que limita el comercio a través de dinero en efectivo, aumenta la seguridad y garantiza la trazabilidad de todos los procesos de compra y venta, sin mencionar el impacto positivo en la calidad de vida las personas dedicadas a la minería de subsistencia.

Nos sentimos orgullosos de nuestros controles, pero sobre todo de las acciones que nos permiten aportarle al país en la construcción y consolidación de una cultura de legalidad. La ética y transparencia como principios de actuación de las empresas son un elemento clave del direccionamiento, pero resultarán siempre insuficientes mientras no se traduzcan a prácticas claras que garanticen el cumplimiento interno, y que además ayuden a generar un ecosistema en el que prime la legalidad, respeto por la ley, la moral y las buenas costumbres en nuestro país.